COVID-19 en Argentina: percepciones, preocupaciones y comportamientos
Argentina,
April 23, 2020
Por Dra. Natalia Tumas, Dra. Lorena Saletti-Cuesta, Dra. Silvina Berra, Dra. Cecilia Jonhson y Dr. Adrián Carbonetti.
La pandemia del COVID-19 ha tomado por sorpresa a la gran mayoría de las y los ciudadanos del mundo. Argentina, no es la excepción. El 3 de marzo se confirmó el primer caso importado de COVID-19, y a partir de entonces el número de casos aumenta día a día. El gobierno ha aplicado diversas medidas para disminuir el contagio, decretando desde el 19 de marzo el aislamiento social, preventivo y obligatorio para toda la población.
Los altos niveles de propagación del COVID-19, implican no solo que la sociedad cambie sus comportamientos, sino que comprenda, confíe y acepte las recomendaciones y medidas de salud en un contexto de alta incertidumbre. Es probable además que estas conductas y sentimientos se modifiquen a lo largo del tiempo.
Esta situación sin precedentes genera una gran incertidumbre de la población respecto a la probabilidad de contraer COVID-19, su potencial gravedad y la eficacia de las medidas preventivas, así como la confianza en las medidas y políticas públicas implementadas y la información que ofrecen los medios de comunicación.
Con el objetivo de obtener datos locales y conocer la dinámica cambiante de las percepciones de la población sobre ciertos aspectos del COVID-19, el equipo de investigación “Salud, enfermedad y prácticas de curar” del Centro de Investigación y Estudios sobre Cultura y Sociedad (CIECS) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), colabora con un estudio internacional "COVID-19 Snapshot MOnitoring (COSMO Standard): Monitoring knowledge, risk perceptions, preventive behaviours, and public trust in the current coronavirus outbreak - WHO standard protocol" coordinado por la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud. El objetivo de este estudio es monitorear, de una manera rápida y flexible, las percepciones de riesgo, los comportamientos de protección, prevención y preparación ante la pandemia, y la confianza en las políticas públicas y en las fuentes de información.
El equipo argentino adaptó la encuesta original al contexto local, y agregó otras dimensiones de estudio. A partir de los resultados de este trabajo se realizarán una serie de recomendaciones a las autoridades para poder contribuir a la formulación de estrategias apropiadas para afrontar esta crisis en nuestro país. Hasta ahora se han realizado dos encuestas en línea consecutivas, entre el 23 de marzo y el 3 de abril. En total participaron 1410 personas, 51% de ellas mujeres. A continuación, se presentan algunos resultados preliminares.
Contagios no, severidad sí
De los resultados de ambas encuestas surge que casi la mitad de las y los argentinos considera improbable la posibilidad de contraer COVID-19 (44 y 46% en la primer y segunda ola de encuestas, respectivamente). Sin embargo, aproximadamente la mitad suponen que, en caso de contagiarse, la infección podría ser severa (49% en la primera encuesta y 47% en la segunda).
Recomendaciones y cultura local
Casi la totalidad de las personas respondió que respetaban las recomendaciones “bastante” o “absolutamente”, en ambas encuestas. Ahora bien, ¿qué es lo que más cumplen las personas? La ventilación de ambientes, la distancia social, el uso de desinfectantes, el lavado de manos por más de 20 segundos, evitar aglomeraciones y el taparse la boca al toser fue adoptado por aproximadamente el 90% de las personas encuestadas. Evitar una costumbre muy arraigada en Argentina, como lo es compartir el mate, tiene menor cumplimiento (76% en la primera encuesta y 72% en la segunda).
Conocimiento, búsqueda y confianza en las fuentes de información
La investigación también indaga en la construcción de conocimientos de la población encuestada sobre esta nueva enfermedad. En este sentido, los resultados indican un mayor conocimiento percibido en comparación al conocimiento que realmente tienen las personas sobre la existencia de vacuna y/o tratamiento, vías de transmisión del virus y periodo de incubación.
Las fuentes de información en las que la población más confía son la consulta con profesionales sanitarios y la página web del Ministerio de Salud. Además, la mayoría de las personas reportó buscar con frecuencia información sobre COVID-19, aunque se ha observado un aumento del número de personas que declaran hacerlo nunca o raramente.
Asuntos que también importan
Los cuestionarios incluyeron una sección para explorar sobre los miedos y las preocupaciones que a menudo generan las crisis. La recolección de estas respuestas se hizo en una escala de siete puntos, que va desde “No me preocupa en absoluto”, hasta “Me preocupa muchísimo”.
De estas afirmaciones, se desprende que las principales preocupaciones fueron las personas que viven en la calle, el cierre de pequeñas empresas y la sobrecarga del sistema sanitario. Además, entre la primera toma de datos y la segunda, se percibe un aumento de las preocupaciones por no poder encontrarse con familiares y amistades, inflación, quedarse sin empleo, afectación de la salud mental y sufrir agresiones por parte de parejas.
En correspondencia con este cuadro, quienes participaron en la encuesta también manifestaron sentimientos como miedo, incertidumbre y angustia, a la vez que se percibe un sentido de responsabilidad y cuidado. Todos estos aspectos resultan centrales para que las medidas preventivas contemplen el impacto económico y en la salud mental de las y los ciudadanos.
Vaso medio lleno y medio vacío: un cóctel de sensaciones
En el estudio se indagan además las percepciones de las personas sobre las consecuencias positivas y negativas que podría generar esta crisis en la sociedad. Dentro del “vaso medio vacío” o consecuencias negativas, algunas las personas indicaron que no tendría ninguna consecuencia buena, manifestando así su malestar frente a la situación. Dentro del “vaso medio lleno” o consecuencias positivas, fueron mayormente mencionadas la solidaridad, empatía y conciencia social (valoración de la interdependencia social) y la posibilidad de reflexión, tanto personal como social, derivadas de la pandemia.
De los resultados a la acción
A partir de los resultados obtenidos, se recomienda generar estrategias para mejorar el conocimiento sobre COVID-19 en la población, aprovechando la confianza en los profesionales sanitarios y en el Ministerio de Salud de la Nación. De particular importancia esto teniendo en cuenta que son pocas las personas que perciben la posibilidad de contagiarse, y que la frecuencia con la que se busca información está cambiando. Se sugiere además que las recomendaciones sean adaptadas a la cultura local, contemplando por ejemplo la tradicional ingesta del mate.
Las categorías entendidas como consecuencias positivas del COVID-19 en la sociedad, podrían ser valores a reforzar para fortalecer la aceptación y el cumplimiento de medidas de prevención. La solidaridad manifestada en la encuesta da cuenta de la importancia de atender las dimensiones social y económica, que contribuyen a que las personas transiten estos días con el mayor bienestar posible. En definitiva, eso es (también) salud.
Descargue aquí la infografía del estudio.